Total Pageviews

Sunday, January 26, 2014

Dos libros me llegan de Cuba



Un amigo me envía dos libros, no necesariamente muy recientes, con reservada recomendación. Uno es la colección de cuentos Dolce Vita de Eduardo Heras León (La Habana 1940) y el otro es el premio UNEAC de novela de 2011, Making of, de Dazra Novak, una autora que ha borrado su verdadero nombre de todos sus libros y publica bajo este seudónimo, que ha adoptado más que como su alter ego, como su ego. Usa a la vez, con mayor ambigüedad, su lugar de nacimiento indistintamente como La Habana o el Berlín Oriental anterior a la caída del muro, ya que su fecha de nacimiento es 1978.

Son dos libros muy diferentes. El de Heras se inscribe dentro de una corriente realista muy tradicional y sus cuentos se centran en la narración de la trama sin muchos adornos estilísticos, con un lenguaje simple y coloquial. Dazra trata, quizá demasiado conscientemente, de romper esquemas, de atentar contra la temporalidad y de crear normas narrativas propias. Su uso del lenguaje es también muy directo y coloquial. Su prosa es, por lo general, precisa y concordante con el tema que aborda, pero a veces quiere entrar en juegos de palabra populacheros, como coña desmitificadora,  que lastran el párrafo.

Recuerdo haber conocido a Heras León cuando yo era apenas un preadolescente que trataba de ascender en los torneos nacionales de ajedrez. Llegó, junto con Miguel Angel Sánchez y Oscar Cuesta, a las finales provinciales de La Habana. Mis amigos y yo los odiábamos, no por nada personal, de hecho, después he seguido siendo muy amigo de Miguel Angel, quien desde hace más de treinta años vive en Nueva York, sino porque por ser los mejores jugadores de las Fuerzas Armadas, los clasificaban automáticamente y, según nosotros, nos robaban tres plazas inmerecidamante. Rabietas de muchachos.

Mantengo en la memoria la imagen de Heras, con su uniforme militar siempre impoluto, hablando en voz baja, irónico, mucho mayor que yo, un poco defensivo y  casi siempre sonriente. Para nosotros era “el chino Heras”. No duró mucho en el ajedrez organizado, era un buen jugador, pero lo superamos rápidamente. Después, se nos perdió de vista y luego me enteré que era escritor cuando ganó en 1970 el premio Casa de las Américas por su novela Los pasos en la hierba (anteriormente, en 1968 había ganado el premio David por La guerra tuvo seis nombres), que a la larga le causó más penas que gloria, ya que se vio como una visión nada ortodoxa de los militares cubanos. Pagó con seis años de ostracismo pero mantuvo su mansedumbre y luego comenzó a publicar a partir de 1977. Tengo entendido que se ha convertido en una especie de ídolo que inspira a las nuevas generaciones de escritores. Se le ve como una víctima del “quinquenio gris” y ha creado talleres literarios y aconseja a los nuevos narradores.

Por todo lo anterior y por la recomendación de mi amigo, me lancé con contradictorias expectativas a la lectura de Dolce Vita, pero tengo que confesar que me resultó una experiencia decepcionante. El libro reúne cuentos que datan desde 1990 hasta 2010, pero no hay mucha diferencia formal entre ellos. Todos son cuentos realistas, narrados con un lenguaje directo y una prosa limpia, pero argumentalmente esquemáticos y predecibles. Lo interesante de ellos es que a todos los recorre el desencanto y la frustración. Están narrados desde el punto de vista de una generación que no vio cumplidas las promesas que se le hicieron y que se siente defraudada. Es un tímido ajuste de cuentas con la revolución, pero en un tono muy menor.

Al libro de Dazra Novak lo recorre también el desencanto y la frustración. Su novela, que gira alrededor de la realización de un filme en Cuba por extranjeros que repiten los clichés de la épica revolucionaria y que han contratado a un grupo de técnicos cubanos que  no pueden aguantar burlarse de la temática del mismo y que cumplen sus funciones con la mayor abulia posible. Es una novela que intenta romper las barreras espacio-temporales, y lo logra, y que maneja un erotismo lésbico de gran fuerza y atrevimiento. La autora y su doppelganger se confunden en sus aventuras y placeres.

Novak presenta el cuadro tétrico de una generación sin esperanzas, que se resigna a no tener control de su destino con tal de moverse entre las ruinas que aman y que también odian. Una Habana raída y enfermiza se convierte en personaje y la escritora la rastrea en un intento de actualizar el espíritu de los recorridos de Cabrera Infante en Tres tristes tigres, pero esta vez con un escapismo sin ilusiones. Es una ciudad dominada por el cinismo. Los personajes se sienten obligados a disfrutar a pesar de su marasmo.

Making of es una novela imperfecta pero atractiva. Mayormente bien escrita, con algunos baches imperdonables pero con una osadía formal y unos ejercicios de estilo que resultan bien logrados.

Dazra Novak tiene un blog  (http.habanapordentro.wordpress.com) en el cual retrata La Habana desde su perspectiva muy personal.  En su novela, utiliza las palabras para lograr el mismo efecto que sus fotos. Existe una belleza detrás de la imagen, pero cada cual tiene que hurgar desde su punto de vista.  Son visiones subjetivas.

Dolce Vita. Autor: Eduardo Heras León. Ediciones Unión. La Habana 2012. 138 páginas

Making of.  Autor: Dazra Novak. Ediciones Unión. La Habana 2012. 150 páginas.

 

Roberto Madrigal

 

3 comments:

  1. http://orlandoluispardolazo.blogspot.com/2009/10/dazramania.html

    Bon apetit...!

    ReplyDelete
  2. ¡Muy bien, buscaré los libros! A ver si alguien me los manda...Me gusta mucho el blog de Dazra. Pero ¿qué es una coña desmitificadora? A mí me gustó la frase, por grosera que soy :-) Me da vergüenza decir que he leído poco de Heras. Abrazongo taoseño...

    ReplyDelete
  3. Me gusta tu reseña, me documenta hasta el punto de no desear leer dichos libros.Hay muchas otras obras buenas que leer de este otro lado de la orilla donde el tiempo no alcanza. Mis saludos.

    ReplyDelete